Después de las elecciones

El 9 de marzo puso fin a una legislatura dura donde las haya. En estos cuatro años los españoles han podido comparar dos maneras bastante diferenciadas de hacer política, y si hay un lado bueno de la dureza de este periodo, es que ha dado a los españoles una visión mas política de la propia política. Me explico. El debate ideológico ha pasado a ocupar la primera línea visible, la ideología pura y dura, y en ese terreno el PP tiene todas las de perder a no ser que hurgue en los mas etéreos sentimientos nacionalistas.

Después de una campaña electoral de 4 años, el PSOE con Zapatero como cara más visible ha conseguido ganar las elecciones, aumentar su número de votos y aumentar su número de diputados. El PP también ha conseguido eso, pero todo hace pensar que ha tocado techo, y cuando la participación es alta, como lo ha sido, la izquierda y el PSOE tiene mucho que ganar.

Se pueden hacer muchas lecturas de los resultados electorales, por supuesto que si, pero hay una principal, y es que el PSOE ha ganado las elecciones y ha conseguido una mayoría mas holgada para formar gobierno y conseguir una legislatura estable.

Mientras, los partidos nacionalistas, en general, han sucumbido a su propio ego. Ezquerra Republicana de Catalunya se ha llevado el batacazo mas importante y visible, y los votos le han llevado a su sitio, a su sitio natural, donde un partido sin vocación de gobierno y con una estructura tan peculiar está acostumbrado a estar. El PNV pasa a ser la segunda fuerza política en Euskadi a favor del PSE-PSOE, hecho que da un toque de tranquilidad a todo esto. Sinceramente creo que en el nacionalismo vasco debe haber una reflexión, y preguntarse porque la marcha de Imaz ha provocado esto. No olvidemos también que EA ha perdido su único escaño. Significativo, sin duda.

Hemos visto la entrada en el parlamento de un nuevo partido, el de la “pop-star” Rosa Díez. Para definirlo me quedo con la respuesta de Miguel Herrero de Miñón la pregunta de que si “consideraba una heroicidad de Rosa Díez su entrada en el Congreso”. Su respuesta literal fue que “la heroicidad era la de los votantes”.

Particular análisis me merece la debacle total de IU, quien después de varias elecciones bajando escaños, ha tocado su fondo particular. Ha perdido su grupo parlamentario y se ha quedado con 2 diputados, contando con que uno de ellos es de Iniciativa per Catalunya. No es buena la caida de IU, no me alegro de ello en absoluto, pero han sido victimas de la ley electoral en primer lugar, y del llamado voto útil en segundo lugar. El tan manoseado voto útil es una buena razón para no votar a Izquierda Unida, y es que votar a determinadas formaciones en determinados sitios, dada la situación actual, es completamente inútil.

Una vez hecho este comentario es necesario ver lo que pasa en los próximos meses con algunos temas que se ven apremiados por los resultados en estas elecciones. Por ejemplo, la fijación del nacionalismo vasco en ciertos aspectos, la “reconstrucción” de ERC, o los derroteros y movimientos dentro del PP. Mención especial merece este último ámbito, ya que gran parte de los derroteros que tome este partido pueden marcar mucho el camino de esta legislatura que empieza. El PP no ha ganado las elecciones, ha aumentado votos, pero ese no era su objetivo. Hemos de analizarlo y ver que no ha sido un gran fracaso, y que los movimientos de Rajoy a partir de ahora, y de la gente de la que se rodeé nos dará pistas de lo que en el seno de la derecha se ha entendido por derrota.

Mientras, el dato mas relevante es que Zapatero, la izquierda, los socialistas, el progreso y la defensa de los que no tienen de todo, marcarán el rumbo del país durante los próximos 4 años. Eso es una buena noticia, es mucho lo conseguido y también lo que queda por hacer. La construcción de una España moderna, plural, para todos y que se preocupe por los mas desfavorecidos, merecen la pena.